Finalmente me animé hacer estos Scones de Naranja con Arándanos. Confieso que siempre les he tenido un poco de “pereza”. No sé si les agarré odio en mi pasantía de universidad… cuando estuve trabajando por 3 meses en el Grand Hyatt de Washington DC. Ahí estuve varias semanas haciendo GRANDES masas de estos panecillos para abastecer los distintos desayunos de trabajo y conferencias.
Lo que sí tengo claro es lo fácil, versátiles y rápidos que son de hacer!
Mi primer encuentro con un scone data de varios años atrás, cuando era una pequeña con mucha hambre de dulce. Lo probé en algún Starbucks de Miami, en esos viajes de familia a Disney. Para ese entonces, el de canela con azuquitar encima era mi preferido! Los gringos son muy fanáticos de estos panecillos… y de las donuts… y de los pretzels. Así que durante toda mi universidad siempre los tuve presente.
Un poco de historia
Les cuento que los scones – aunque son típicos de la cocina inglesa – se originaron en Escocia a principios del siglo XVI. Estos panecillos se hicieron populares en Inglaterra recién en el año 1840 cuando la duquesa de Bedford, Anna Rusell, convirtió la tradicional “hora del té” en su ritual de todas las tardes.
Cuando el reloj marcaba las 4:00 pm, sus sirvientes le ofrecían té (bebida ya muy de moda por aquel entonces) y algunas masas dulces que incluían scones. Este ritual se extendió rápidamente dentro de la alta sociedad británica y se convirtió en el plan preferido de las mujeres de la época. Luego, con el pasar de los años, se extendió a la clase obrera.
En cuanto al origen de la palabra “skone” algunos dicen que proviene de la palabra holandesa “schoonbrot”que significa pan hermoso; mientras que otros sostienen que proviene de Stone of Destiny (Piedra del Destino), lugar donde los reyes de Escocia eran coronados.
La forma original del scone era redondo y plano. En lo que respecta a su tamaño, imagínenselo del porte de un plato mediano… bastante grande! Los scones se hacían con avena y sin ningún tipo de levadura; luego se cocinaban en una plancha y eran servidos con mermelada y clotted cream (crema coagulada).
Tips para el scone perfecto
Como ya les dije, la receta de scones es muy sencilla… pero hay que cuidar varios detalles para que nuestro producto final sea espectacular, se los detallo a continuación:
- El secreto para hornear unos scones súper crujientes es asegurarnos que la manteca y el queso crema estén BIEN fríos. De esta manera, los pequeños pencos de manteca que quedan en la masa comenzarán a derretirse en el horno, logrando así la clásica textura hojaldrada. De no ser así, la manteca se derretirá y se absorberá en la harina durante la preparación, y los scones no saldrán hojaldrados.
- Cortar la manteca y el queso crema en trozos pequeños; refrigerar hasta que estés listo para usarlos. Para obtener mejores resultados, enfría también el bol que vas a utilizar para mezclar los ingredientes.
- Mezclar lo “justo y necesario” para no endurecer los scones. Como el vapor del horno es el encargado de crear las capas del hojaldrado, cuanto menos amases y pliegues, mejor. Si amasas como si fuera un pan, los scones te van a quedar con una textura más parecida a la de galleta y eso no queremos!
- Para trabajar la masa, se puede utilizar un pastry blender (estribo mezclador), un tenedor o las yemas de los dedos.
- Por último, pero no menos importante, asegúrate de precalentar el horno y de seguir las instrucciones sobre la temperatura y tiempo de cocción.
En cuanto a la forma de estos Scones de Naranja con Arándanos, te dejo escoger entre redondos, triangulares o cuadrados. En esta receta opté por hacerlos triangulares… como los que me comía de pequeña.
#ManosALaMasa
Scones de Naranja con Arándanos
Ingredientes
- 390 g harina 0000
- 75 g azúcar
- 2½ cdta. polvo de hornear
- 180 g queso crema, frío
- 115 g manteca / mantequilla, fría cortada en cubitos
- 150 g arándanos secos
- 1 huevo, frío
- Ralladura de 1 naranja
- 60 ml leche entera, fría
Para el Crust de Azúcar (opción 1)
- 1 huevo, batido
- azúcar, cantidad necesaria
Para el Glasé de Naranja (opción 2)
- 120 g azúcar impalpable
- 30 ml jugo de naranja, exprimido
Elaboración paso a paso
- Colocar una rejilla en el centro del horno y precalentarlo a 200º C. Tener a mano una placa para hornear con papel pergamino o silpat.
- Cortar la manteca y queso crema en pequeños cubos y llevarlos a la nevera.
- En un bol pequeño, mezclar el huevo, ralladura de naranja y leche. Reservar.
- En un bol grande, mezclar los ingredientes secos: harina, azúcar, polvo de hornear y sal.
- Agregar la manteca y queso crema a los ingredientes secos e integrar usando un pastry blender (estribo mezclador), un tenedor o con las yemas de los dedos hasta lograr un arenado grueso y uniforme.Nota. Quedarán trocitos de manteca en la masa, es así como debe de quedar.
- Agregar los arándanos deshidratados.
- Formar un hueco en el centro de la mezcla y agregar los ingredientes húmedos. Integrar desde el centro hacia los costados hasta formar una masa húmeda.Nota. Agregar un poquito más de leche si fuese necesario.
- Volcar la masa sobre una mesa enharinada y terminar de unirla amasándola suavemente unas cinco veces. No es necesario que quede demasiado pareja. Estirarla con las palmas de las manos o con palo de amasar en forma rectangular hasta que tenga 2 cm de espesor.
- Cortar la masa en círculos o triángulos.Nota. Si decides hacer scones circulares, usa un cortador de 4 cm de diámetro. Corta el máximo de círculos que puedas dado que la masa restante la podrás unir y volver a utilizar pero será de "menor calidad". Cuando hablo de una calidad inferior me refiero a que los scones no saldrán con la misma altura ni textura.
- Acomodar los scones en la placa con papel de cocina o silpat. Dejar un espacio de 5 cm entre panecillo y panecillo. Como primera opción, puedes pintar los scones con huevo batido y espolvorear azúcar por encima.
- Hornear en la rejilla del medio por 18-20 minutos o hasta que estén ligeramente dorados por arriba. Dejar enfriar ligeramente sobre una rejilla.
- Como segunda opción, puedes decorar los scones con glasé de naranja.
- Se sirven tibios con mermelada de frutos rojos, manteca y/o queso blanco.
Notas
- Los scones saben mejor el día que se hornean, pero se pueden guardar en un recipiente hermético a temperatura ambiente por hasta 3 días. Si los guardas más de un día, refréscalos calentándolos en un horno a 150º C por 5 minutos.
- Estos scones se pueden congelar crudos (justo antes de meterlos al horno) envueltos en papel plástico. Cuando los necesites, hornéalos directamente sin descongelar – y sin papel plástico – alargando el tiempo de horneado 5 minutos o hasta que hayan crecido lo suficiente y estén ligeramente dorados por arriba.
- También se los puede congelar horneados por hasta una semana. Se descongelan metiéndolos directamente en un horno a 150º C por 8-10 minutos.